UNA
INVITACIÓN A VISITAR EL GRAN PARQUE URBANO DE SANTIAGO
A los habitantes de Santiago,
les damos una excelente noticia: esta ciudad tiene el parque urbano más grande de Chile y
uno de los más grandes del mundo. Más aún,
esta área verde se emplaza en el corazón de la capital por lo cual
es fácil acceder a ella, además es uno de los espacios verdes más hermosos y
reconocidos de la ciudad. Está compuesto por el cerro San Cristóbal, sector
Tupahue, cerro Chacarillas, cerro Los Gemelos, sector Lo Saldes, sector La
Pirámide y sector Bosque Santiago, completando una extensión de 722 hectáreas.
Destaca el cerro San Cristóbal, con gran panorámica y la
imponente estatua de la Virgen María coronando la cima. Hay panoramas súper
atractivos e interesantes en algunos de los hermosos jardines que hay en el
parque. El Jardín Japonés está poblado por cerezos,
flores de loto y acer japónicos, entre otras especies. También destacan el
jardín Mapulemu y el vivero Leliantú, todos con acceso por la entrada Pedro de
Valdivia
En su libro Los 25 Mejores Trekkings alrededores de Santiago, los periodistas Sebastián Montalba y Rodrigo Cea, recomiendan: “En el sector menos transitado del Parque Metropolitano, el sendero que conduce desde la entrada Pedro de Valdivia hasta el mirador El Sauce-con vista al sector de Huechuraba- es el secreto mejor guardado del clásico cerro San Cristóbal.
Con tres kilómetros de extensión,
esta ruta no sólo es apropiada para ejercitarse y caminar bajo árboles, también
es útil para conocer la historia de
Santiago. Con ese objetivo, y aunque no hay problemas para hacer este circuito
sin guías, nuestra recomendación es caminarlo en las salidas guiadas gratuitas
de la Fundación sendero de Chile. Así, se puede sacar provecho extra del paseo
que, en su primer tramo, recorre hasta el Jardín Japonés. Subiendo por una
pendiente suave, los guías explican que toda la vegetación es artificial, pues
antes el cerro era pura roca. De hecho, de aquí se extrajeron las piedras para
construcciones como el Puente de Cal y Canto y el Palacio de La Moneda. El
verdor actual del cerro corresponde a un trabajo de reforestación en que predominaron especies exóticas,
como el pino insigne californiano y el eucalipto de Australia.
Luego de detenerse en el Jardín
Japonés y continuar por una escalera que está a mano derecha, se cruza un
portal de piedra y el camino se hace más fresco y apacible entre eucaliptos,
muy distinto al bullicio que se encuentra en la clásica entrada del parque por
por Pío Nono. Tan tranquilo es el sector que es habitado por liebres, culebras
y, hasta hace poco, por zorros chillas.
Después de cruzar el camino
vehicular en el sector de Antilén, el siguiente tramo asciende hasta el punto
más alto del trayecto- que va desde los 360 hasta los 850 metros sobre el nivel
del mar-y llega al anfiteatro Pablo Neruda, un desconocido escenario de piedra
que hoy sirve como mirador del sector
oriente de la ciudad.
Llamado Tupahue o “cerca del
cielo” hasta la llegada de los españoles- quienes rebautizaron el cerro en
honor al patrono viajero-, el San Cristóbal aún conserva su vegetación natural
de pastizales y espinos en este sector. Sin un centímetro de sombra, baje luego
hasta encontrar el camino que va hacia
el sector la Pirámide y empalme con el sendero que lleva al mirador El Sauce
que ofrece una buena panorámica de
Ciudad Empresarial”. De regreso los autores Cea y Montalba recomiendan
devolverse por el mismo camino para completar el recorrido de 7 Km”.
Los
días están más soleados, la temperatura es agradable y los colores de la
naturaleza están maravillosos, ¡ya no hay excusa para el encierro! Y EL Parque
Metropolitano nos ofrece panorama para rato.
por Macarena Velasco R.
Periodista P.U.C.
Asesora de Comunicaciones
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